...porque roba corazones con su gracia y su salero, salero, salero.....
De saleros hablamos hoy. La Organización Mundial de la Salud aconseja como saludable la toma diaria (en una persona sana) de no mas de 5 gramos diarios de sal. En una persona con un problema de hipertensión arterial o alto riesgo cardiovascular el consumo debería ser menor.
Pero en este pais la media de consumo supera el doble, los 10 gramos diarios. Y no solo es la sal que añadimos en la mesa, del salero, o al cocinar. Una parte considerable de la sal es la escondida en la composición de alimentos, particularmente embutidos, quesos, pan, galletas, etc, y precocinados.
Las consecuencias del consumo excesivo de sal son la retención de líquidos, lo que fuerza al corazón a trabajar mas para bombear ese exceso, y un aumento de la tensión arterial, que no olvidemos que es uno de los principales factores de riesgo para anginas, infartos y sobre todo ictus. Además provoca sobrecarga de corazón y riñón que pueden acabar en la insuficiencia de estos órganos.
¿Qué podemos hacer para reducir la cantidad de sal?
- Ir disminuyendo la cantidad al cocinar. Retirar el salero de la mesa.
- Comprobar la cantidad de sodio en el etiquetado de los productos
- Usar hierbas, ajo, especias, para potenciar el sabor de los alimentos. Ese refrito de ajo y guindilla o pimentón, unas hierbas, pimienta y limón, o probar sabores nuevos: el jengibre en polvo tiene un sabor saladito, aromático y "alegre" y no contiene sodio.
- Prefiere los alimentos frescos. En caso de usar conserva, no uses el líquido y enjuaga el producto. Los embutidos, quesos curados, patés, etc, solo deben de ser consumidos ocasionalmente y no forman parte de la dieta habitual.
- Cuidado con los medicamentos!!! Particularmente los efervescentes!
Para echarnos un cable se ha puesto en marcha el Plan Cuídate + , que nos ayudará a calcular y reducir nuestro consumo de sal y a mejorar nuestra salud.
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